Para muchos, la vestimenta es la forma más grande de auto-expresión, y por ello, las decisiones de compra en torno a ella, no son tomadas a la ligera. Gracias al Internet y a los nuevos canales de información disponibles al consumidor, el público está cada vez más informado sobre las tendencias dentro de la industria de la moda. Por ello, los distribuidores de ropa deben estar un paso adelante del consumidor y anticipar sus necesidades basándose en las tendencias que están caducando y las que están volviendo.
Una de las tendencias que está ganando fuerza entre los consumidores de la industria es el concepto de moda sostenible. Después de todo, en la medida en que los consumidores se vuelven globalmente conscientes, esperan cada vez más de las marcas que usan. En una encuesta liderada durante el presente año por el grupo NPD, 33% de las mujeres entrevistadas manifestaron que pagarían más por ropa descrita como sostenible, amigable con el medio ambiente, orgánica y ética que por ropa que no cuenta con las anteriores descripciones. En vista a lo anterior, cabe recalcar que estos cambios en los patrones de consumo de clientes del sector se deben a la consciencia generada en torno a las siguientes problemáticas: salarios justos, derechos humanos, uso de tintes y químicos tóxicos, bienestar animal, minimización de desperdicios y calentamiento global.
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